La sostenibilidad y la eficiencia energética son prácticas de gran calado e importancia en el sector de la construcción y el diseño de oficinas. Esta industria tiene una responsabilidad clave en la transformación hacia un futuro más sostenible dado su alto impacto ambiental: consume grandes cantidades de recursos, produce residuos difíciles de gestionar y genera altas emisiones de CO₂. Ante esta realidad, cada vez son más las compañías del sector que buscan alternativas para garantizar la eficiencia, la responsabilidad y el compromiso medioambiental en sus proyectos.
La certificación LEED, Leadership in Energy and Environmental Design según sus siglas en inglés, es una medida impulsada por el Consejo de la Construcción Ecológica de Estados Unidos para cubrir esta necesidad. Su funcionalidad reside en la medición de parámetros para acreditar que una edificación ha sido diseñada y ejecutada bajo criterios de sostenibilidad real. En este artículo, desde Antana como empresa especializada en construcción eficiente y responsable, te explicamos en qué consiste esta certificación, cómo funciona y qué beneficios puede aportar a tu proyecto.
La certificación LEED funciona bajo un sistema de evaluación que estudia y puntúa el grado de sostenibilidad de un edificio. Su principal objetivo es promover prácticas constructivas responsables dentro del sector de la construcción para minimizar el impacto ambiental durante todo el ciclo de vida del proyecto: desde el diseño y la construcción hasta el fin de su vida útil.
Para conseguir una evaluación certera tiene en cuenta factores como la selección de materiales sostenibles, la calidad ambiental interior o la innovación en el diseño, entre otros, convirtiéndose así en un referente global para todo tipo de proyectos constructivos, desde viviendas unifamiliares hasta grandes complejos corporativos o industriales, siendo su objetivo, a fin de cuentas, promover prácticas que reduzcan el impacto ambiental y mejoren la calidad de vida de los usuarios.
Además, esta certificación se organiza en varios sistemas de clasificación, cada uno enfocado a un tipo concreto de proyecto. Las categorías principales son:
Esta certificación opera mediante un sistema de puntos que se otorgan según el cumplimiento de ciertos criterios de sostenibilidad. Los proyectos deben satisfacer prerrequisitos obligatorios y, a partir de ahí, acumular créditos adicionales en categorías como:
A partir de estos criterios y según la cantidad de puntos obtenidos, se otorgan cuatro niveles de certificación:
Cuando un proyecto recibe la certificación LEED, se confirma que es un proyecto concebido y ejecutado bajo estándares reconocidos de sostenibilidad y eficiencia. Esto permite diferenciar el inmueble de aquellos que no cumplen dichos estándares, otorgándole una serie de beneficios frente a los que no poseen este sello:
En definitiva, la certificación LEED no es solo un distintivo de calidad ambiental, sino una muestra tangible del compromiso del sector de la construcción con un modelo más sostenible, eficiente y responsable en el uso de los recursos. Obtener este sello implica adoptar una visión a largo plazo que no solo beneficia al planeta, sino también a quienes habitan, gestionan o invierten en los edificios.
En Antana trabajamos junto a nuestros clientes para integrar estos estándares desde la fase de diseño, identificando oportunidades de mejora, optimizando los procesos constructivos y acompañando de forma personalizada durante todo el camino hacia la certificación. Nuestra experiencia nos permite transformar objetivos de sostenibilidad en resultados concretos y medibles.