A principios de los años 70 surgió el denominado Síndrome del Edificio Enfermo (Sick Buildings Sindrome), pero no es hasta el año 1982 cuando es reconocido como una enfermedad por la Organización Mundial de la Salud.
Para ser concretos no se trata de una enfermedad de los edificios sino de sus ocupantes, la OMS lo define como el conjunto de molestias y enfermedades que un edificio causa en sus ocupantes y cuyo origen está derivado de las condiciones ambientales del mismo.
Si nos centramos en los edificios destinados a oficinas la evolución de su diseño ha derivado en los llamados “edificios inteligentes” caracterizados por el ahorro de energía, la seguridad, la comodidad y el confort de los trabajadores. Sin embargo, si a ese hermetismo le sumamos la presencia de otros factores ligados a la tecnología como ordenadores, impresoras, fotocopiadoras y los materiales utilizados tanto en la reforma como en la decoración de las oficinas se generan efectos perjudiciales para la salud en el caso de que no haya un correcto sistema de renovación de aire.
En nuestro modelo de vida pasamos gran parte de nuestro tiempo en espacios cerrados.
No debemos olvidar que hay algunos estudios que reflejan que el aire interior está tres veces más contaminado que el exterior y en nuestro modelo de vida pasamos gran parte de nuestro tiempo en espacios cerrados.
En Antana, buscamos evitar estas condiciones en el diseño y en la ejecución de la reforma de las oficinas, para lo cual analizamos los factores más comúnmente citados como responsables del síndrome que son:
A la hora de abordar un proyecto de diseño, renovación y reforma de espacios de trabajo, en primer lugar, nos centramos en dos factores para dar solución a este problema: las instalaciones y los materiales de las oficinas. Para la regulación de las condiciones de renovación del aire, humedad, ruidos e instalaciones hay normativas en la que nos podemos apoyar, que garantizan que las condiciones interiores de los espacios sean las idóneas, pero en lo que respecta a la elección de materiales depende más del criterio del arquitecto.
Debemos sustituir los materiales convencionales por productos naturales y de calidad
Afortunadamente, al diseñar una oficina cada vez existe una mayor cantidad de materiales naturales y sostenibles, que son alternativas a los materiales que se usan de manera habitual como la madera y la piedra natural, el barro, la pintura fotocatalítica que ayuda a eliminar la contaminación del aire y equivale a tener dos árboles dentro del espacio, el cáñamo, textiles de fibras naturales o la iluminación bioled. Debemos sustituir los materiales convencionales por productos naturales y de calidad, solo tenemos que ser conscientes de los peligros que tienen los materiales con los que convivimos a diario.
¿Cómo lo hacemos?
Desde Antana, estaremos encantados de poner a tu disposición toda nuestra experiencia y compromiso para ayudarte en el diseño, decoración y reformas de tus oficinas.