En los últimos años, a la hora de emprender un proyecto de diseño y construcción de una vivienda, hay dos factores que han cobrado una relevancia especial para el usuario final: la reducción del consumo energético sin renunciar a un alto nivel de confort en el hogar.
Una de las soluciones más eficientes para lograrlo es la instalación de sistemas ventilación con recuperación de calor, que trabajan para mejorar la eficiencia energética y el bienestar en el hogar.
A continuación, te explicamos en qué consiste la recuperación de calor, los tipos de sistemas disponibles y las recomendaciones para su instalación en viviendas particulares.
La recuperación de calor es un proceso mediante el cual se reutiliza el calor del aire de extracción para calentar el aire fresco que ingresa al sistema de ventilación. Gracias a este procedimiento es posible mantener una temperatura agradable en casa sin necesidad de aumentar el uso de calefacción o aire acondicionado, reduciendo el consumo energético.
En una vivienda que cuenta con la combinación de un sistema de recuperación de calor con un sistema de ventilación mecánica controlada, el aire interior se mantiene renovado constantemente sin desperdiciar la energía térmica.
Gracias a este procedimiento, en invierno el aire fresco entra en el hogar y se calienta utilizando el calor del aire de extracción sin que los flujos de aire se mezclen. En verano, el proceso se invierte, y el calor del aire que entra es extraído y empleado para enfriar el aire interior. Como resultado, se reduce la necesidad de encender calefacción o refrigeración con tanta frecuencia, mejorando la eficiencia energética y manteniendo un ambiente saludable y confortable en la vivienda.
Existen varios tipos de sistemas de recuperación de calor, cada uno con características distintas y adecuadas para diferentes necesidades:
Instalar un sistema de ventilación con recuperación de calor en casa ofrece numerosos beneficios. En primer lugar, permite un importante ahorro energético ya que reduce las pérdidas térmicas y disminuye la necesidad de calefacción y aire acondicionado. Además, el confort térmico que proporciona es mucho mayor, ya que mantiene una temperatura uniforme en todas las estancias del hogar y evita cambios bruscos y corrientes de aire incómodas.
Otro de los beneficios que aporta este sistema es la mejora de la calidad del aire interior, ya que la ventilación mecánica controlada renueva constantemente el ambiente, reduciendo la humedad y eliminando contaminantes. Además, propicia un impacto ambiental positivo ya que al aprovechar el calor residual se reducen las emisiones de CO2 y se disminuye la dependencia de sistemas de calefacción convencionales que suponen un alto consumo energético.
Para garantizar una eficiencia óptima de este tipo de sistemas, es importante tener en cuenta los siguientes aspectos:
El coste de instalación varía según el tipo de sistema y el tamaño de la vivienda:
Aun así, cabe destacar que el coste total también dependerá de la complejidad de la instalación, la infraestructura existente y el nivel de automatización del sistema.
Los sistemas de recuperación de calor son una muy buena alternativa para mejorar la eficiencia energética y el confort en el hogar. Con una elección adecuada y una instalación profesional, es posible optimizar el consumo energético y contribuir a un modelo de vivienda más sostenible.
Además, implementar este tipo de tecnología no solo reduce los costes de calefacción y refrigeración, sino que también aumenta el valor de la vivienda al cumplir con normativas de eficiencia energética cada vez más exigentes.
Si estás interesado en instalar un sistema de ventilación con recuperación de calor en tu hogar, consúltanos y te ayudaremos a elegir la mejor opción según las características de tu vivienda.